Harina, levadura, agua y sal son los ingredientes básicos de uno de los alimentos más populares en la gastronomía. Sin embargo, muchos optan por no consumir este delicioso, esponjoso y suave producto debido a su mala fama sobre que engorda.
Recuerda todo en exceso nos engorda. En cambio, si nuestra dieta es rica y equilibrada, el pan será un imprescindible.
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Nos aporta energía gracias a su elevado contenido en hidratos de carbono, son la fuente principal de energía del organismo, sobre todo del cerebro.
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Rico en vitaminas y nutrientes. Entre los beneficios de comer pan, este podría ser uno de los más importantes. Contiene hierro, magnesio, potasio, ácido fólico y vitaminas B6 y B2, entre otros componentes.
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Te ayuda a mejorar el estreñimiento por su contenido en fibra. Sí, el pan blanco también tiene fibra, aunque en menor medida que el pan integral.
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Ayudará a ser más constante si estás a dieta. El consumo moderado y equilibrado de pan cubre nuestras necesidades nutricionales de forma que nos será más complicado romper la dieta. Se ha comprobado que una ingesta diaria de 100 gramos ayuda a mantener, incluso a reducir peso más fácilmente que en otras dietas donde no está presente.
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El consumo de pan puede ayudar a frenar el envejecimiento celular al contener propiedades antioxidantes. Además fortalece el sistema nervioso y fomenta la concentración.
La cantidad y el momento del día en el que decidimos incluirlo en las comidas, así como el acompañante, puede aportar correctamente muchos más beneficios que inconvenientes a nuestra salud.
